Fracasar para crecer; cuando el aprendizaje nace de la resiliencia

El aprendizaje real se construye también desde la equivocación. Frente a un sistema que penaliza los tropiezos, profesionales como Goldie Uttamchandani, especializada en coaching para adolescentes y familias en Barcelona, abogan por redefinir la percepción del fracaso en el entorno educativo.

Desde su experiencia, el aprendizaje se consolida al permitir que el error, lejos de castigarse, se analice y se entienda como parte de un proceso formativo. En sus sesiones, tanto presenciales como online, se impulsa un enfoque centrado en la resiliencia, el desarrollo emocional y el crecimiento personal.

La calificación como limitación del potencial

El fracaso, a menudo temido y estigmatizado, puede ser una poderosa oportunidad de aprendizaje”, afirma Goldie Uttamchandani. Al enfocarse desde esta perspectiva, deja de verse como un obstáculo para convertirse en un catalizador de crecimiento, introspección y adquisición de nuevas habilidades. En un entorno donde el éxito se valora a través de logros visibles como las calificaciones, resulta crucial revisar la relación que se establece con el error.

En el ámbito educativo, las notas de los exámenes y pruebas son vistas como medidores del valor de un alumno. Este enfoque, si bien es comprensible, puede limitar el potencial de los estudiantes al asociar directamente su valor con sus aciertos.

Cuando se fomenta un entorno en el que el fracaso no se penaliza, sino que se analiza, el alumnado no solo adquiere conocimientos, sino que desarrolla autonomía, responsabilidad y sentido crítico. Goldie Uttamchandani defiende que la educación debe fomentar un espacio en el que el error se reconozca como parte integral del proceso formativo.

El coaching y la celebración del error

En el coaching, se le da al cliente permiso explícito para cuestionar sus valores y creencias, convirtiendo el error en una apertura al cambio. Esta práctica reconoce que el aprendizaje no es lineal y que cada tropiezo es una oportunidad valiosa para reflexionar y ajustar el camino.

El coaching se convierte así en un entorno donde la resiliencia y el crecimiento son posibles gracias a una mirada más comprensiva y honesta sobre el proceso de cambio. A través de un enfoque personalizado, Uttamchandani acompaña a cada persona a construir una relación más sana con el fracaso, centrando el trabajo en el desarrollo interno más que en la perfección del resultado.

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