CÍRCULO ROJO.- Tras el éxito de TEA-DORO, la escritora Judith Sánchez Villanueva regresa con una nueva obra que no sólo continúa la senda emocional de su anterior publicación, sino que la eleva con una madurez literaria y vivencial que interpela al lector desde el primer paso. TEA-COMPAÑO. Soy adulto. ¿Y ahora qué? es un testimonio poderoso, narrado en primera persona por Álex, hijo de la autora, y que explora con autenticidad los desafíos —y las luces— de crecer siendo autista en una sociedad que todavía no sabe mirar sin prejuicios.
El salto invisible a la adultez
Con una estructura que recorre dieciocho pasos simbólicos —cada uno, una estación vital en el tránsito hacia la vida adulta— la obra de Sánchez Villanueva se convierte en una suerte de manual emocional, no exento de lirismo y humor, que cuestiona desde lo cotidiano hasta lo estructural. “No puedes bajar del trampolín de los dieciocho años. Tienes que saltar”, escribe con crudeza y ternura.
El protagonista, Álex, reclama su espacio en un mundo que le exige cumplir con los cánones de la “normalidad” sin proveerle herramientas reales. Su voz, directa y lúcida, se convierte en un espejo para muchos jóvenes con TEA y un faro para quienes aún no han sabido mirar más allá del diagnóstico.
Una carta al mundo
“Ese toque y pequeño o gran empujón a abrir nuestros mundos y compartirlos”. Porque este libro, más que una narración, es una invitación. A abrir el diálogo sobre la sexualidad, el amor, la independencia, la muerte, la frustración, la fe en uno mismo, y la inmensa capacidad de amar sin condiciones.
Cuando se le pregunta a quién va dirigido, Judith contesta sin rodeos: “Al mundo”. Y es que TEA-COMPAÑO no es una obra sólo para familias o especialistas. Es un texto que interpela a cualquier lector sensible a las realidades invisibilizadas. Una obra profundamente humana.
La voz de un hijo, la letra de una madre
Inspirada por sus propios hijos, la autora crea una arquitectura narrativa en la que la voz de Álex tiene todo el protagonismo. Judith se convierte en mediadora, en cronista del alma de su hijo. Su presencia aparece de forma explícita en el paso 11 —una reflexión de una madre “cuarentiña”— en la que desnuda con honestidad las heridas, miedos, aprendizajes y renuncias de una maternidad atravesada por el amor y el compromiso diario con la diferencia.
TEA-COMPAÑO no es sólo un libro: es también un manifiesto, una herramienta, una confesión y, por encima de todo, un acto de amor valiente. Un título necesario en una sociedad que aún debe aprender a acompañar de verdad.
Una capacidad de amar incontable
El lector encontrará “una capacidad de amar incontable”, tal y como indica Judith. Y no hay duda de que eso es lo que transmite este libro de principio a fin.
Con esta obra, Judith Sánchez Villanueva confirma que no escribe desde la literatura como artificio, sino desde la necesidad vital de dar voz a lo que muchos callan, de poner palabras donde otros sólo ponen etiquetas. En un momento en que la inclusión es más consigna que realidad, TEA-COMPAÑO es un grito sereno, pero firme, para que nadie tenga que preguntarse solo: “¿Y ahora qué?”
SINOPSIS
Tea-compaño es un libro necesario, que visibiliza las realidades de muchas personas con TEA en su transición a la vida adulta.
Álex es un chico valiente, luchador y tenaz que narra en la obra su perspectiva del mundo y de la vida, afrontando retos de forma incansable.
Cada capítulo es una reflexión en primera persona sobre las expectativas sociales, las barreras impuestas y la necesidad de reconocimiento y autonomía. La narración mantiene un equilibrio entre el relato personal y la denuncia de una realidad muchas veces invisibilizada, haciendo que la obra trascienda lo individual para convertirse en una voz colectiva.
Además, la obra contiene otro libro dentro, en el que Hugo, su hermano menor, se convierte en astronauta y nos enseña cómo es su vida con Álex, transportándonos a planetas maravillosos.
AUTORA
Judith Sánchez Villanueva es una mujer nacida en Barcelona (1981), aunque desde muy pequeña vive en Almería, por lo que tiene el corazón dividido entre ambas tierras.
La lectura y la escritura la ayudaron desde temprana edad a viajar a lugares desconocidos, a escapar de los problemas, a soñar y a sentirse libre. Razones de peso que, finalmente, la llevaron a decidirse por escribir.
Tiene dos hijos y es maestra de Lengua Extranjera, inglés. Además, decidió profundizar en psicología y psicopedagogía, y ampliar toda esa experiencia como profesora de taichí, meditación y otros ámbitos relacionados con el crecimiento y desarrollo personal.
El camino que ha recorrido la ha convertido en una persona con las ideas claras, siempre flexible ante los cambios, sin olvidar de dónde viene ni hacia dónde va.
Ha escrito ya nueve obras, en su mayoría de literatura fantástica, y dos centradas en el autismo, con el objetivo de concienciar al mundo y ofrecer una visión más amplia sobre esta realidad.
Decidió ser maestra para aprender de los niños y niñas, ya que, cuando era pequeña, no estaba especialmente interesada en crecer.