Los procesos de artesanía, en los que se utilizan fibras provenientes de zonas del mundo exóticas para la construcción de objetos o elementos decorativos, han tenido un gran auge durante los últimos años, principalmente por su trabajo a mano.
Los colores, el clima frío y ventoso, las mesetas y las serranías aisladas de la Patagonia Chilena han sido la principal fuente de inspiración de una de las pioneras del arte textil, Claudia Wool, quien diseña tapices de muro y tejidos con lana de ovejas del estrecho de Magallanes. Su labor conjunta con artesanas locales, quienes procesan e hilan la lana, ha permitido destacar el valor de los detalles y el oficio tradicional manual.
Recientemente, la artista viajó a España para desarrollar una serie de tapestry inspirados en el Mediterráneo, donde predominan el clima cálido oceánico y una gran diversidad de fauna y flora.
Pluralidad del mar Mediterráneo para el desarrollo del arte textil
El tiempo que ha pasado Claudia Wool en el país le ha inspirado para poner en marcha una novedosa creación de tapices, conservando la delicada y fina lana de oveja. El factor que diferencia a este tipo de arte se basa en las habilidades creativas y profundización de colores que la artista ha estudiado desde el 2018.
Asimismo, el uso de la técnica de faz de trama, que deriva del entrecruzado del ligamento de la tela, se introduce para lograr un efecto acanalado en los tapices. En general, los diseños para esta exhibición, tienen como referencia esta región marítima europea, destacada por su tono azulado, alto grado endémico, presencia de macizos montañosos alrededor y zonas de evaporación que se reflejan en la cuenca.
Es así como las ondas, relieves y colores relacionados con la geografía de este lugar se pueden apreciar en el lanzamiento moderno y peculiar de Wool en el viejo continente.
Resultado exitoso a través de la observación de paisajes
Claudia Wool, seudónimo de su nombre de pila Claudia Espinoza Urtubia, se reinventa cada día con base en una tarea etnográfica y de sentidos planeada, que siempre contiene naturaleza, animales, accidentes geográficos, colores propios e inclusive, culturas alrededor de todo el sistema explorado. Esta forma de trabajo ha despertado el interés del segmento de mercado constituido por personas entre los 35 y 65 años de edad, amantes del arte y que conviven en las grandes ciudades del mundo.
Por otro lado, cabe destacar que su experiencia le ha permitido innovar, además, con la fundación de su propia marca de hilados teñidos a mano, Wool Crafts. También cuenta con una escuela de tejido a palillo y una comunidad que funciona por membresía. Asimismo, su trayectoria le ha permitido hacer publicaciones en revistas especializadas.
Las personas que deseen conocer sus piezas artísticas pueden entrar en la página web de Wool y descubrir todo su trabajo.