La carbonización hidrotermal es un proceso termoquímico en el que se somete la biomasa húmeda a temperaturas moderadas que oscilan entre los 180 º y 260 º.
El objetivo es convertir esta materia prima en un compuesto sólido con características similares a las del carbón, por lo que se conoce como biocarbón.
Es una tecnología calificada como limpia, ya que aprovecha los residuos de las empresas de manera sustentable, evitando su envío a los vertederos de basura. Un valor agregado de la carbonización hidrotermal es que este proceso no requiere del uso intensivo de energía para el secado de la biomasa.
Andrés Fullana y Blanca Calderón son cofundadores de la spin-off Calpech, una compañía especializada en la producción de nanopartículas de hierro encapsuladas en carbono.
Asesoría por parte de expertos
La firma, Calpech, afincada en la Comunidad Valenciana, también ofrece asesoría para el montaje y operación de plantas de carbonización hidrotermal para las empresas.
Fullana y Calderón indican que a través de Calpech han patentado una tecnología que utiliza la carbonización hidrotermal para la obtención de nanopartículas de hierro. Explican que después del acondicionamiento de los residuos agroindustriales aplican la carbonización hidrotermal agregando fuente de hierro.
Después se procede a la grafitización de las partículas que están recubiertas con carbón amorfo y se culmina con el aislamiento de las partículas grafitizadas. Las nanopartículas de hierro tienen una gran diversidad de aplicaciones en diversos campos de investigación y actividades industriales.
Las distintas aplicaciones de las partículas de hierro cerovalente
La metodología patentada por el grupo de científicos que conforman Calpech convierte específicamente los residuos de la industria oleícola en estas nanopartículas de hierro. El material carbonoso resultante de esta innovadora técnica, posee diversas aplicaciones energéticas y de descontaminación. Ello les otorga a las nanopartículas un alto valor agregado.
Los cofundadores de Calpech señalan que las nanopartículas de hierro cerovalente encapsuladas en carbono tienen diversos usos en el campo de la medicina. Suelen emplearse en tratamientos contra el cáncer debido a su capacidad de administrarse selectivamente a células tumorales. Son útiles también en terapias de imagenología, gracias a su alto coeficiente de relajación magnética. En la gestión ambiental sirven para la descontaminación de suelos y aguas gracias a su poder de absorción de moléculas contaminantes, incluyendo metales pesados.