La efilona, también conocida como ephylone, es una droga de diseño de reciente creación. Procedente de países como China e India, la efilona se encuentra dentro del grupo de las catinonas sustituidas; el mismo grupo al que pertenecen, por ejemplo, las sales de baño.
¿La efilona puede presentar riesgos?
La venta de la efilona se realiza generalmente en forma de cristal y su consumo, a través de pastillas. Su presentación en formato de cápsulas hace que, en diversas ocasiones, los consumidores de esta droga dura no sean conscientes de que la están consumiendo. Recientes investigaciones demuestran que los usuarios que las compran lo hacen pensando que realmente están adquiriendo otras drogas de diseño, como éxtasis o LSD.
Su procedencia asiática y su comercialización en países occidentales desde hace tan solo unos años es lo que impide que se conozca más acerca de ephylone, aunque ya se advierte de la gran peligrosidad de esta droga.
¿Por qué se considera a la efilona como una droga de diseño?
Las drogas de diseño consisten en “un conjunto de nuevas drogas de abuso diseñadas por químicos clandestinos”, quienes buscan “producir variantes químicas que produjeran efectos similares a los de las drogas clásicas”. Dentro de esta clasificación, además de ephylone, también se encuentran otras sustancias como el speed o el popper.
Tal y como se comentaba previamente, la efilona se elabora en laboratorios asiáticos y se distribuye principalmente en países europeos y Oceanía (en Australia ya se ha reportado su consumo en festivales). Además, la rápida y constante aparición de nuevas drogas de diseño es lo que hace aún más difícil para estos territorios a los que llegan que se lleve un seguimiento y registro de las mismas. Esto hace que exista un vacío legal en torno a drogas duras como la efilona, entre otras.
¿Qué efectos secundarios tiene la efilona?
Debido a su reciente comercialización, aún existe poca investigación alrededor de la efilona. Ello, unido a la ingesta de dicha droga dura sin el conocimiento de los consumidores de qué es lo que verdaderamente están tomando, hacen incluso más difícil conocer cuáles son los efectos secundarios de esta droga de diseño.
Un estudio publicado en 2019 presenta a ephylone como una droga psicoestimulante y alucinógena, que incrementa “los niveles de dopamina, serotonina y norepinefrina”. Además, otras investigaciones asocian el consumo de catinonas sintéticas –como lo es la efilona– a la sensación de euforia, un aumento de la energía, sensación de empatía, un aumento del lívido, de sudoración, taquicardia, dolor de cabeza y rechinamiento dental. Junto a todo ello, es especialmente alarmante el registro de varias muertes como resultado del consumo de la efilona.
La detección temprana de un adicto a la efilona o a cualquier otra droga puede tratarse de la mano de psicólogos expertos y profesionales, como los que componen el centro Impasse Adicciones.