Una de las condiciones más frecuentes en pediatría es la enfermedad llamada criptorquidia, la cual afecta aproximadamente al 3% de los recién nacidos y a un 1% de los niños de 1 año. Siempre hay que tratarla a tiempo, por las consecuencias que puede ocasionar a largo plazo, que pueden comprometer seriamente la salud de la persona
En este contexto, el Dr. Daniel Cabezalí es un urólogo pediátrico con mucha experiencia en el área, especializado en laparoscopia y cirugía uretral, que ha tratado casos de criptorquidia muchas veces a lo largo de su carrera. A continuación, se explica un poco más acerca de como este profesional trata casos como estos.
Definiendo la criptorquidia
La criptorquidia es una enfermedad que se da cuando falla el descenso de los testículos desde la cavidad abdominal. Es decir, es cuando un testículo no migró desde el abdomen hacia el escroto durante la formación del feto. Antes de los 18 meses, ambos testículos deberían ya estar alojados dentro del escroto. Dentro de ese periodo de tiempo, no suele ser necesario realizar intervenciones quirúrgicas, a menos que exista una hernia inguinal. Pero, pasado este tiempo, si los testes todavía se encuentran ausentes o en el canal inguinal, la cirugía es el procedimiento necesario a considerar para descenderlos a la bolsa escrotal. Ahora bien, en caso de que tampoco se encuentren en la zona inguinal, será necesaria la exploración laparoscópica dentro del interior del abdomen hasta encontrarlos. Después de localizarlos, en la misma cirugía, es posible bajarlos hasta la bolsa escrotal.
Asimismo, es indispensable que un profesional cualificado realice estos procedimientos. De hecho, no llevar a cabo el tratamiento a tiempo puede generar importantes complicaciones en la salud de la persona a largo plazo, como por ejemplo el cáncer testicular o la infertilidad durante la vida adulta.
Diagnóstico de la criptorquidia
La criptorquidia se diagnostica mediante exploración física, para distinguir de manera precisa qué tipo de tratamiento hay que aplicar. También es importante constatar si el testículo es palpable dentro de la zona inguinal, en la parte superior del escroto o si sencillamente no es posible palparlo. Esto también es fundamental para determinar el tratamiento.
El procedimiento estándar es el quirúrgico, para descender el testículo hasta la bolsa escrotal. Esto se hace con el fin no solo de llevarlo a su lugar, sino también para evitar la degeneración de las células germinales, así como la degeneración maligna del testículo.
Dr. Daniel Cabezalí cuenta con una página web desde donde es posible solicitar una cita para una consulta. Allí también se encuentra mucha más información sobre este y otro tipo de patologías en la que es experto. Incluso se encuentran algunas reseñas dadas por sus pacientes y la valoración que tiene actualmente, que alcanza las 5 estrellas.