La pandemia del covid-19 remite, pero el teletrabajo y las videoconferencias se quedan. La permanencia de ambos usos laborales está, sin lugar a dudas, detrás de la aceleración del crecimiento de la nube como motor de la transformación digital. En palabras del fundador de JMG Virtual Consulting “gran parte de las inversiones a realizar por las empresas en relación con cloud computing irán destinadas a fortalecer, y acelerar, la transición a la computación en la nube en todas sus vertientes, como migración de infraestructura, plataformas de negocio y soluciones nativas”.
La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad que tienen las empresas de estar presentes en el modelo cloud computing. Sin embargo, aún tienen una tarea pendiente: la migración de datos hacia la cloud. Bruno Chao es responsable de Accenture Technology para España, Portugal e Israel. Según sus palabras, 2022 será el año en el que está transición de información acelere su flujo “el foco de una gran parte de las inversiones en tecnología estará, sin duda, en la transición a la computación en la nube en todas sus vertientes, como migración de infraestructura, plataformas de negocio y soluciones nativas. La nube es la palanca que dota de flexibilidad y acelera la transformación de las compañías”.
El profesor Pascual Parada es director de Innovación y Data de IEBS Business School. Para este experto, la computación en la nube se ha convertido en la forma ideal de ofrecer aplicaciones empresariales dentro de la economía digital “además –apunta Pascual Parada- es la solución preferida por las empresas que buscan ampliar sus sistemas de tecnología de la información de cualquier índole, como almacenamiento, capacidad de procesamiento e incluso servicios de Inteligencia Artificial o Blockchain”.
Nube pública, privada
A lo largo de los dos últimos años, muchas empresas y organizaciones modificaron la gestión de almacenamiento de sus datos de procesos manuales o físicos a digitales en la nube… una nube que tiene dos versiones: pública o privada. En líneas generales, se podría decir que ninguna es mejor que otra en términos de confiabilidad, rentabilidad, rendimiento y escalado. Para el fundador de JMG Virtual Consulting “la nube privada es preferentemente utilizada por organizaciones relacionadas con sectores como administraciones públicas, salud o finanzas que buscan aumentar el control de su entorno digital. Por el contrario, en el uso de las nubes públicas podemos encontrar un heterogéneo conjunto de usuarios que se sienten atraídos por el bajo costo, escalabilidad y confidencialidad de esta opción. Además, en la nube pública el modelo de pago es pay as you go. O lo que es lo mismo, se paga únicamente por lo que se consume lo que, sobre todo en el caso de organizaciones que se encuentran en proceso de crecimiento, permite gestionar mucho mejor las necesidades de inversión en IT”.
Cloud computing para casi todo
El abanico de servicios ofrecidos por la computación en la nube, cada vez abarca más campos. Sin embargo, la mayoría de ellos entrarían en las categorías enumeradas por José María González, fundador JMG Virtual Consulting “SaaS o Software como servicio, una opción que permite a las empresas el uso de una aplicación determinada; Issa o Infraestructura como servicio, consistente en proveer y gestionar recursos de computación a través de Internet, como servidores, almacenamiento, equipos de red y virtualización; y, por último, PaaS o plataforma como servicio, donde el proveedor proporciona al cliente un entorno de desarrollo, así como las herramientas necesarias para el desarrollo de nuevas aplicaciones”.
Está claro que la computación en la nube –o el cloud computing, si se prefiere- ha llegado para quedarse. Y es que, como explica el profesor Paul Watson, director del School of Computing Urban Sciences (Universidad de Newcastle; Reino Unido) “en el actual mundo digital, los resultados empresariales y la innovación están cada vez más ligados a la capacidad de desarrollar y utilizar tecnologías y servicios innovadores en cualquier lugar y con la mayor rapidez posible. La nube es la base para satisfacer esta necesidad”. Y aún queda mucho que hacer para conseguirlo, si se tiene en cuenta que, según datos de la Cámara de Comercio de Madrid, el 58,5% de las empresas españolas no tiene un plan de formación para digitalizar a sus plantillas.