La intervención del banco americano Silicon Valley ha alarmado al mundo sobre la situación del sector financiero. Si bien las autoridades políticas locales y la banca consideran que el sector se mantiene sólido y estable, los inversores ya han comenzado a preocuparse por la situación.
¿Una reacción en cadena?
Como afirman los especialistas de Pentainvest, compañía experta en planificación patrimonial, “la crisis del banco SVB fue debido a salidas masivas de efectivo, que obligó al banco a materializar algunas pérdidas latentes en sus inversiones”.
En un primer y corto momento se temió por el posible contagio al resto de entidades de tamaño similar, pero esto no fue así conforme se iban sabiendo los detalles del porqué de la caída de SVB.
Como destacan los asesores financieros de Pentainvest “este banco cometió el grave error de invertir los depósitos de sus clientes en renta fija de máxima calidad, pero de largo plazo, sin cubrir el riesgo de tipos”. Frente la subida de tipos más rápida de la historia y las retiradas de clientes antes comentada, el banco no pudo evitar declararse insolvente.
A Silicon Valley se le unió el banco especializado en tecnología Signature Bank, el cual se declaró en bancarrota dos días después. Aunque la quiebra de estas dos corporaciones financieras es un golpe fuerte para el sector, fue la desestabilización del Credit Suisse la que hizo pensar en una posible crisis de bancaria global, puesto que esta corporación forma parte de las 30 entidades financieras más importantes.
Para evitar esta situación, la banca Suiza forzó la unión del Credit Suisse con UBS, aliviando las preocupaciones dentro y fuera del país.
Frente a esta situación, los bancos centrales han comenzado a activar una serie de medidas y paquetes de ayudas que no se utilizaban desde años y que buscan que los bancos tengan la capacidad de otorgar préstamos y garantizar la disponibilidad del dinero de sus clientes.
Paquetes de medidas para evitar la crisis
Si bien el panorama es preocupante, los bancos se encuentran en una situación diferente a la de la última crisis. En Pentainvest, aseguran que la situación actual “es diferente a la de 2008”. Las organizaciones de países y los conglomerados económicos le han exigido a las entidades tomar medidas que les permitan contar con mayor liquidez y limitar su exposición al riesgo, con el objetivo de evitar una situación similar a la de hace una década. Esto ha disminuido la posibilidad de caer en una crisis de bancos, sin que esto implique que el sector se encuentre fuera de peligro y que no deban tomarse medidas individuales y colectivas para hacer frente a una posible quiebra masiva del mercado financiero.