En un contexto de inmediatez y rodeados de una sociedad en constante movimiento, el día a día provoca estados constantes de estrés que hacen que el acto de comer sea algo que se hace casi de manera automática, lo que va provocando una serie de consecuencias no solo a nivel físico como podría ser el sobrepeso, enfermedades del sistema digestivo, diabetes, etc., sino también emocionales, como la depresión, baja autoestima, entre otras.
Miles de millones de euros se gastan cada año en todo el mundo en programas de nutrición, dietas, superalimentos y nuevos estilos de alimentación que ofrecen combatir estos problemas; sin embargo, las cifras sobre los niveles de obesidad, enfermedades cardiovasculares, así como problemas relacionados con la autoimagen corporal son los más altos de la historia. Entonces qué pasa, ¿por qué no se logra el objetivo deseado de forma definitiva?
En estos tiempos, la ingesta de alimentos no debería consistir solo en aportar al organismo los nutrientes para seguir funcionando desde el punto de vista físico, es necesario cambiar ese paradigma para atender los aspectos mentales, psicológicos, espirituales y energéticos de la persona que come. Esta es una visión integral conocida como la alimentación consciente.
Quien hace esta afirmación es la experta Cecilia Zúñiga, coach y mentora de salud holística con más de 15 años de experiencia en el tema. Esta afirma que este nuevo enfoque es necesario para considerar todos los factores que determinan si un sistema de alimentación u otro es el adecuado para la persona, ya que gran parte del éxito de este dependerá de su estado emocional y psíquico.
Nutrirse verdaderamente con una nueva visión de la alimentación
Cecilia Zúñiga afirma que la nutrición consciente es un modelo de consumo que incluye a la psicología de las personas. Es decir, se enfoca en quién come y no solo en los alimentos. Esta coach especializada explica que hasta ahora se ha hecho mucho énfasis en qué comer y a partir de allí se diseñan las dietas, frases tan famosas y popularizadas en el mundo de la nutrición como «somos lo que comemos» cuando en realidad las personas son mucho más, es un ejemplo de dicho punto.
Con este enfoque, se han originado, recomendado y popularizado estilos alimenticios como la dieta keto, crudi-vegana, vegana y paleo. El problema de todas ellas es que están centradas en función de sus componentes y no de las personas que las van a consumir. Esto se debe a que se basan en la premisa de que tendrán el mismo efecto en todas las personas.
Según la experta en Salud Holística, el eje de la alimentación consciente es la teoría de que cada individuo es único y, por ende, lo son sus necesidades.
Asimismo, a nivel biológico el organismo de cada ser humano tiene una bioquímica y una capacidad metabólica diferente, a nivel psíquico cada persona tiene una historia personal con los alimentos, sus propias creencias y emociones. Esta particularidad hace que lo que es bueno para un individuo no necesariamente lo es para otro. “Lo que importa más es la persona, no el alimento”, afirma Cecilia Zúñiga.
Entender la nutrición desde un nuevo lugar
La experiencia de Cecilia Zúñiga en el mundo de los alimentos proviene desde un sólido contacto emocional y consciente que comenzó desde muy niña. Además, comenta que creció en un entorno familiar donde se tejían historias antiguas y entrañables en torno a la comida. Entre fogones de leña dice que aprendió el significado de la alimentación consciente, conectar con los sentidos, con la energía del alimento más allá del mero hecho de satisfacer una necesidad biológica.
Asimismo, su pasión por la alimentación la consolidó con conocimientos académicos y obtuvo un título como Ingeniera Química especializada en desarrollo sensorial de los alimentos. Después, en Psiconutrición alcanzó una certificación como coach en el HCI (Health Coach Institute de California USA) y el CCE (International Coach Federation). Asimismo, logró el aval de Food & Beverage de la renombrada escuela de hostelería EUHT St Pol de Mar Barcelona y actualmente se ha certificado como facilitadora de la metodología Bioneuroemoción® y es practicante de otras disciplinas como la Nutrición Energética, lo que le permite tener una visión integral del inconsciente, las emociones y la espiritualidad como parte de la salud completa.
Todo este bagaje le ha permitido visualizar a la alimentación como “la puerta de entrada a un proceso de transformación personal”. Además, destaca que cada vez que una persona se alimenta, intervienen una serie de acciones que revelan lo que hay en su inconsciente. La manera de comer revela mucho de lo que es el individuo, su forma de ver la vida, sus miedos y creencias. De hecho, son esos elementos los que influyen en el efecto de los alimentos sobre el organismo.