Según advierte Panda Security en un comunicado, el ciberatacante abre la conversación, suplantando al usuario original y le pide o una cifra de dinero.
En concreto, el hacker hace creer a la víctima que su amigo o familiar está en un aeropuerto y la aerolínea les hace enviar pertenencias como ordenadores, teléfonos móviles y regalos por correo al país de residencia de la persona que suplantan (España). Cuando la víctima confía, creyendo que está hablando con un conocido o familiar, y accede a dar sus datos postales, el ciberdelincuente continúa.
Es entonces cuando tiene que pagar unos aranceles, porque los objetos superan ‘el tope del libre comercio en España’. Acto seguido demandan el dinero a la víctima explicando que su banco no le está autorizando la transferencia necesaria para el pago. Por lo que pide una cantidad de dinero antes de una hora concreta, prometiendo hacer la transferencia con el dinero de vuelta de inmediato.
“Es muy fácil caer en este tipo de engaños, porque los ciberdelincuentes juegan siempre con el factor ‘prisa’. Es decir, al hacerse pasar por alguien conocido que tiene mucha urgencia en conseguir un favor importante, tendemos a no pensar en que pueda ser un engaño. Y es justo ahí donde reside el éxito de este tipo de cibertimos”, señala Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.
Los estafadores también contactan a través de WhatsAppEn ocasiones, prosigue el comunicado de Panda Security, este contacto con la víctima va más allá de Facebook. De esta manera, la buscan en más redes sociales o incluso les piden un númer de teléfono para intentar ganarse su confianza a través de WhatsApp. El engaño llega a ser en ocasiones tan creíble, que los estafadores llegan a enviar una foto de un paquete con códigos de barras y los logotipos de la empresa de mensajería, incluyendo un folio a modo de recibo en el que se indica el precio a pagar por el envío.
La avaricia de los timadores que utilizan este método llega a ser tal, que incluso tras haber estafado el dinero del envío a la víctima, continúan con el fraude llamándola por teléfono haciéndose pasar por el servicio de mensajería, afirmando que el paquete está retenido por no declarar el valor real del paquete y que conlleva una multa.
Entonces como parte de la estafa, se le explica a la víctima que, si hace un pronto pago, se le hará un descuento del valor de la multa. Al generar nerviosismo y marcar un tiempo limitado, la víctima por miedo a pagar de más, accede con mayor facilidad al pago.