Hoy en día, los desafíos empresariales son constantes debido a múltiples factores, lo cual requiere adaptar las capacidades directivas a las nuevas necesidades de las compañías. En consecuencia, para los procesos de transformación, desarrollo o crisis es cada vez más común entre las empresas españolas la contratación de directivos temporales o Interim Managers, ya que de esta forma se abren oportunidades a nuevas dinámicas de incorporación de talento.
El Interim Manager garantiza el éxito ante situaciones de cambio corporativo. Se trata de directivos altamente cualificados que gestionan los procesos de transformación. En España, AMG Interim Manager son referencia por su experiencia y velocidad en la prestación de este tipo de servicio.
Los beneficios de contratar a un Interim Manager
Es importante determinar que la gestión de un Interim Manager es temporal, su integración en la empresa se realiza por periodos concretos con el objetivo de canalizar el desarrollo dentro de un área definida por la empresa. El gran beneficio viene dado por el compromiso orientado al éxito en cada proyecto, ya que su dedicación va dirigida a cumplir con las metas planteadas.
La función de este directivo temporal es implementar cambios organizacionales, trabajar metas específicas y aplicar sus conocimientos en la proyección de las empresas con planes que abarquen mercados más amplios dentro de su sector e, incluso, desarrollar nuevas áreas de su segmento empresarial. Todo esto va unido a la creación de equipos de trabajo para su capacitación, incorporando nuevos procesos de gestión que pueden estar relacionados con la tecnología, industrialización, la expansión, la integración por adquisición o la transición generacional.
La transformación empresarial a través de un Interim Manager
Un Interim Manager tiene como misión el cumplimiento de los objetivos acordados con la propiedad o dirección de la compañía. Trabaja a partir de los valores empresariales con el fin de transformarlos de forma personalizada. Parte de las responsabilidades de la dirección serán delegadas al Interim para obtener resultados efectivos a través de la planificación, calculando índices de retorno y la efectividad del trabajo por medio de objetivos tangibles.
El plan de acción inicia con la evaluación preliminar para definir objetivos. Posteriormente, se investigan todos los detalles con el fin de ejecutar el proyecto de forma efectiva y también se realiza un análisis de la situación para definir los plazos y determinar una propuesta con ratio de control para evaluar el cumplimiento de metas.
Una vez completado el proceso inicial y el plan este aprobado, se comienza con la ejecución por parte del Interim Manager. Finalizada la planificación, se realiza el seguimiento necesario para dar continuidad a los cambios implantados y que permanezcan en la estructura propia de la empresa.