Las empresas líderes del mercado en hostelería y restauración confían en marcas que les aporten la garantía, la seguridad y la agilidad que necesitan para ofrecer al cliente productos competitivos. Un ejemplo de estas marcas es IBSA.
El principal beneficio que obtienen dichas marcas consiste en la reducción de procesos productivos que se refleja en una mejor atención al cliente en sus locales comerciales, especialmente en las cadenas de comida rápida que buscan reducir los tiempos de espera, respetando siempre la calidad del servicio.
El mercado de las hamburguesas sigue creciendo
Aunque existen cadenas especializadas en la elaboración de hamburguesas, cada vez es más habitual que las cartas de los restaurantes incluyan también esta oferta, si bien se orienta más hacia el cliente gourmet. En estos casos, las recetas suelen ser más elaboradas, con sabores nuevos que sorprendan los paladares de los consumidores más exigentes.
Se busca no solo cantidad sino también calidad y se apuesta por la mezcla de sabores y la explosión de sensaciones en el paladar. Porque elegir un restaurante para degustar una hamburguesa se ha convertido en toda una experiencia que se quiere compartir.
Existe actualmente un buen número de locales que ofrecen multitud de opciones que van desde lo más clásico hasta lo más vanguardista en lo que a gastronomía se refiere. En los que, además, se apuesta por acompañar las recetas más suculentas con un ambiente acogedor a la vez que funcional y un entorno visual trasgresor. Para conseguir el objetivo final que no es otro que fidelizar al consumidor y asegurar una prescripción positiva.
La importancia de una buena materia prima
Son muchos los factores que influyen a la hora de conseguir la mejor receta de hamburguesa, pero, entre ellos, destaca sin duda la selección de todas sus materias primas.
En IBSA son conscientes de la importancia de utilizar productos de máxima calidad, frescos y con la mejor trazabilidad desde origen, lo que garantiza el mantenimiento de todas sus cualidades intactas.
Por ello, para la elaboración de su famosa cebolla caramelizada, utilizan solo cebollas de calidad superior tratadas de manera tradicional sin conservantes ni colorantes que les permite ofrecer un producto muy apreciado por sus clientes.
Además, todo su proceso de fabricación se realiza aplicando rigurosos controles de calidad y avalados por los certificados más exigentes de seguridad alimentaria lo que aporta un extra de garantía tanto al restaurador como al consumidor final.