“Creo firmemente que prevenir la guerra es mucho más crucial que detenerla”. Lo dijo el embajador de la República de China (Taiwán) ante la Santa Sede, Matthew S.M. LEE, durante la celebración de la Fiesta Nacional que conmemora su fundación, el 10 de octubre de 1911. La recepción se llevó a cabo el pasado 5 de octubre, en el Pontificio Colegio Urbano de Roma.
El embajador Matthew S.M. LEE recibió a cada de uno de los invitados, muchos de los cuales eran personalidades del mundo eclesiástico, como el decano del colegio cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re, el obispo emérito de Tainan Mons, Bosco Lin Chi-nan y el arzobispo Angelo Vincenzo Zani. También participaron miembros del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, entre otras personalidades.
Durante el discurso de apertura, el embajador también elogió las relaciones diplomáticas y de amistad que unen a Taiwán y la Santa Sede desde hace más de 81 años. “Estamos extremadamente orgullosos de lo que hemos hecho juntos para contribuir a la promoción de la paz, la justicia y los esfuerzos humanitarios en todo el mundo”, dijo.
Luego, el embajador Matthew S.M. LEE quiso recordar los momentos más destacados de este año de las relaciones bilaterales: el nombramiento por parte del Santo Padre del obispo de Tainan, don Juan Bautista Huang, consagrado el pasado 24 de junio, fecha significativa que coincide con la fiesta de San Juan Bautista; y la reciente visita a Taiwán del Prof. Joachim von Braun y del Cardenal Peter Turkson, respectivamente presidente y Canciller de la Pontificia Academia de Ciencias. Además de los continuos esfuerzos de Taiwán, en colaboración con el Cardenal Konrad Krajewski del Dicasterio para el Servicio de Caridad, para “proporcionar la asistencia humanitaria necesaria a nuestros hermanos ucranianos que sufren y a los más necesitados”.
Asimismo, el diplomático aprovechó para alertar sobre la amenaza china: “la China comunista continúa provocando e intimidando a Taiwán, Japón y otros países vecinos, desplegando aviones y barcos militares en el Estrecho de Taiwán y en el Mar Chino Oriental y Meridional; estos intentos demuestran inequívocamente que las ambiciones expansionistas de China no se limitan a Taiwán”, y añadió que, a pesar de todo esto, “Taiwán seguirá haciendo esfuerzos por la paz para las generaciones venideras”.
Durante el evento, la Comunidad Shalom, organización que se ocupa de la rehabilitación y reinserción social de jóvenes tóxico-dependientes con patologías asociadas, homenajeó a los presentes con un espectáculo musical, lleno de energía y alegría.
La presentación de la comunidad y de su fundadora, Sor Rosalina, estuvo a cargo de Mons. Angelo Zani, quien destacó que desde hace 37 años “la Comunidad Shalom ha acogido a más de 2.500 jóvenes y niños, sin recibir financiación pública ni contribución alguna de las familias, sino que se autofinancia con su propio trabajo y con la contribución de los voluntarios”.
La recepción concluyó con una degustación de delicias de la cocina taiwanesa e italiana y un gran pastel, para celebrar el 112 aniversario de la fundación de la República de China (Taiwán).