Una cadena de valor y suministro es sostenible cuando todos sus integrantes garantizan de forma eficiente y planificada la protección y el bienestar de las personas, de la comunidad, del medioambiente y sus ecosistemas, de una forma justa, inclusiva y compatible con el desarrollo económico.
Para ello, todos los proveedores de una cadena de suministro deben proporcionar entornos de trabajo seguros, saludables, accesibles, diversos e inclusivos y asegurar que todas las etapas de sus procesos y actividades cumplan con unos estándares de comportamiento adecuados en materia de responsabilidad social, prevención de la contaminación y del buen gobierno corporativo.
Para conseguir este objetivo, no solo basta con respetar las normas ambientales y sociales mínimas de cada país o región, no siempre equiparables y de desigual nivel de exigencia, sino que sus integrantes deben procurar que aquellos agentes sobre los que pueden ejercer un control de compra o contratación cumplan con las políticas, los compromisos y los planes de sostenibilidad de forma alineada y coherente con los consensos internacionales en estas materias.
¿Es la sostenibilidad una utopía para la cadena de suministro?
Si bien, hoy por hoy, se está todavía muy lejos de conseguir este objetivo, en los próximos años, la Unión Europea y sus estados miembros desplegarán la Directiva de Diligencia Debida que velará porque la protección de los Derechos Humanos y de la Sostenibilidad se extienda por norma a toda la cadena de suministro.
Los profesionales que llevan más de dos décadas trabajando codo a codo con la empresa en materia de sostenibilidad, ven cómo en pocos años no solo se han aprobado infinidad de normas en este sentido, sino que también se han generado una cantidad inabordable de guías, estudios y sellos redundantes de garantía que promueven un comportamiento ético y empresarial bajo las siglas ESG o RSC. Esto es bueno, pero solo si existe un marco de verificación unificado de datos, acciones, planes y de un soporte de comunicación transparente y eficaz. En este punto, la nueva Directiva Europea de Reporting de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) también supone un gran paso adelante.
Es en este marco, la plataforma RightSupply.net facilita a clientes y proveedores la recopilación sistemática de datos e información acerca de la sostenibilidad, generando índices de evolución de la cadena de suministro de una forma estructurada y normalizada y siguiendo las materias fundamentales de la norma ISO 26000 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Con esta herramienta, no solo es posible conocer mejor el ciclo de vida de los productos y servicios, sino que también sirve como base para impulsar una economía circular y descarbonizada y el avance de los proveedores hacia un modelo de economía sostenible.
¿Y la economía circular, es un reto factible?
No solo es factible, sino que es urgente y de vital importancia para la supervivencia y la redistribución del progreso y del bienestar de la sociedad y, por supuesto, para la preservación de los recursos del planeta a finales de este siglo.
La economía circular no es nada nuevo, si se mira al siglo pasado en la mayoría de las sociedades y modelos de consumo encontramos ejemplos cotidianos de reutilización y de reciclaje como norma en tiempos de austeridad y escasez. Ha sido la globalización, y el inmenso progreso de la automatización y de la logística, lo que ha dado acceso al mundo de usar y tirar basado en la inmediatez y en la comodidad sin observar las consecuencias.
Para ello, se tiene que saber que la economía circular solo es posible si existe cooperación y la co-creación con los proveedores, los clientes y los consumidores.
Alcanzar una economía circular es un reto titánico para nuestra sociedad y planeta. Su dimensión sobrepasa en complejidad incluso a los retos de la descarbonización.
Para empezar, cada organización necesitaría disponer de toda la información de su cadena de valor, incluyendo las características de las materias y las energías implicadas, su reciclabilidad y eficiencia. Y no solo de aquellas materias que distribuye o fabrica, sino también de las que compra o los servicios que contrata. Las empresas tendrán que trabajar en la optimización del uso más sostenible de sus productos y evitar que en su destino final existan materias obsoletas o de desecho. Y aunque parezca increíble, no siempre se conocen de forma completa y trazable todas estas informaciones.
¿Qué aporta Rightsupply.net en este ámbito?
La plataforma RightSupply.net genera para las empresas un Informe de Sostenibilidad RS26000 que incorpora ya desde sus inicios varios apartados, indicadores e informaciones básicas relacionados con la economía circular de la cadena de suministro.
En 2020 desarrolló un módulo simplificado para el cálculo del Índice de Circularidad de la Materia. A partir del MCI propuesto por la Fundación Ellen MacArthur en el marco del proyecto LIFE+ de la Unión Europea.
Dicho módulo estará a disposición de organizaciones en un programa piloto que se presentará a finales del presente año.
En materia de descarbonización, ¿En qué punto se encuentra?
Depende mucho dónde se ponga el foco de análisis. Existen empresas finalistas que venden producto al consumidor final y que comunican planes de descarbonización de forma alineada con las exigidas en el Acuerdo de París. Objetivos de un 55% de reducción para el año 2030 con respecto de los niveles del año 1990. Algunas de estas empresas proponen objetivos de descarbonización total en el año 2050. Lo que se llama el Net-Zero Carbon para sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero.
Otras organizaciones plantean objetivos más inmediatos a través de la compensación de sus emisiones y huellas de carbono a través de mecanismos offsetting para llegar a ser Carbon Neutral. Sea como fuere, existe en la actualidad una gran preocupación porque no se replique el mecanismo de comercio de derechos de emisión que se instauró a partir del protocolo de Kioto y que no llegó a cumplir los objetivos en los que muchos pusieron sus esperanzas.
Por el contrario, para la mayoría de las empresas, generalmente medianas y pequeñas, se podría decir que se encuentran en proceso de cálculo de sus huellas de carbono para los alcances 1 y 2, es decir, de las emisiones directas e indirectas asociadas a las emisiones GEI del consumo eléctrico suministrado.
Es evidente que, en primera instancia, el objetivo de descarbonización de estas empresas ha de pasar por la reducción de las emisiones de estos dos alcances y por su puesto en la adquisición de energías 100 % renovables certificadas.
Por otro lado, la inmensa mayoría de las organizaciones no ha calculado las emisiones indirectas de alcance 3 provenientes de la adquisición de materias primas, auxiliares, de sus bienes de equipo o de los servicios adquiridos. Y estas son muy importantes, ya que por norma general pueden representar más del 50% de las emisiones totales.
En este sentido, es necesario exigir a las empresas que incluyan el alcance 3 que indiquen si excluyen estas partidas del cálculo del inventario, ya que de lo contrario, no obtendrán una Huella de Carbono completa.
En Ecomundis se ocupan de hacer estos cálculos mediante software y bases de datos internacionales como Ecoinvent y siguiendo tanto el GHG Protocol como la norma ISO 14064 o la ISO 14067.
¿Qué aporta la plataforma Rightsupply.net en este ámbito?
Como plataforma de análisis y reporting de la sostenibilidad, sobre todo aporta a las empresas la capacidad de recopilar las informaciones de las huellas de carbono de sus propios proveedores, así como la información sobre los planes de descarbonización que hayan comprometido de forma independiente o a través de esquemas internacionales.
Desde Ecomundis, creen firmemente que conocer el índice de sostenibilidad de cada uno de los proveedores o integrantes de una cadena de suministro, permite unificar y aportar valor a los datos necesarios de toda organización que pretenda impulsar un plan director de sostenibilidad.
Utilizar RightSupply.net también facilita y complementa aquellos procesos de homologación y evaluación de proveedores a los que hacen referencias las normas ISO 9001, ISO 14001 e ISO 45001, entre otros estándares de gestión. Para ello, el sistema utiliza métricas como los indicadores del Reglamento Europeo EMAS, contenidos GRI o los futuros estándares ESRS (CSRD).
Finalmente, cabe añadir que las empresas que emplean RightSupply.net pueden además generar también las publicaciones online de sus informes de responsabilidad social de una forma sencilla y ahorrando costes y tiempo en todo el proceso. Algo muy recomendable para pequeñas y medianas empresas que no disponen de recursos ni tiempo en comparación con las grandes organizaciones.
Se agradece e invita a todas las empresas a conocer más sobre esta herramienta, en la cual podrán gestionar sus métricas e informes de sostenibilidad y acreditar sus índices e informaciones de sostenibilidad para sus clientes de manera confiable y estandarizada. En definitiva, es a través de la colaboración de todos los agentes de la cadena de valor que es posible continuar avanzando hacia un modelo de economía más sostenible.