¿Qué temer de la nueva era digital?
La sociedad debe prepararse para un futuro de cambios solo comparables a los que el ser humano experimentó en el dominio del fuego.
La inteligencia artificial y el futuro del ser humano
El descubrimiento del uso del fuego hizo evolucionar a los antepasados hasta lo que los humanos son hoy en día y ese rango evolutivo será superado por la era digital en la que recién se está entrando.
¿Qué pasará? ¿IA vs. humanos?
¿Hay fecha para el día del juicio final? ¿Los humanos desaparecerán o se adaptarán? ¿Estos tienen el control o ya es tarde? ¿Se está creando ingenuamente la guerra del mañana?
El CEO de la compañía dedicada a la investigación, desarrollo e innovación de algoritmos de inteligencia artificial, es decir, el director ejecutivo de Neurogenesis IA Technologies y Máster en inteligencia Artificial, el Sr. Agustín de la Luz Segura, expone los conceptos más relevantes sobre los miedos o temores que rodean esta cuarta revolución industrial y algunos adelantos sobre las tecnologías más disruptivas del futuro. Adelanta que trabaja en la creación del libro que tiene como título La mente de Prometeo, donde publicarán tanto postulaciones sobre Inteligencia artificial como avances en neurociencia artificial. Además, abordará esos campos desde perspectivas éticas, morales y técnicas en los acontecimientos que irremediablemente ocurrirán.
El Sr. Agustín de la Luz responde: «Ante todo, gracias por volver a consultarme sobre el campo de la inteligencia artificial. Iniciaré este tema con una petición necesaria para comprender en qué consisten los cambios que estamos viviendo y están por venir. Debemos intentar recordar durante unos segundos y retroceder hasta nuestros orígenes para comprender qué actos fueron los que en ciertos momentos de la historia contribuyeron en la evolución global de la especie, pero sobre todo intentar visualizar qué momentos fueron los impulsores de dichas revoluciones».
Una vez comprendido que la evolución del ser humano se acentúa según momentos en los cuales se han desarrollado herramientas o técnicas para mejorar su bienestar, se puede comenzar a divisar el punto álgido de cada salto evolutivo deduciendo cuales han sido lo suficientemente relevantes para provocar una revolución industrial.
Según el experto, es un pensamiento común y un error atroz creer que los humanos están más evolucionados o capacitados mentalmente en la actualidad que sus antepasados. Afirma que esto es una falacia, ya que hay personas que difícilmente superarían a los grandes pensadores del pasado, desde Platón, Galileo, Leonardo da Vinci, y aún más emprendedores y estrategas a la altura de Alejandro Magno, entre otros tantos desconocidos que en ciertas etapas de oscuridad medieval y persecución inquisitoria fueron condenados y quemados por ser herederos del don del conocimiento o estar dotados del talento necesario para ejecutarlo o transmitirlo.
Finalmente, según de la Luz, todo se reduce al conocimiento y su posibilidad de aplicarlo o hacer uso de él. Un ejemplo es uno de los momentos más relevantes del ser humano: el dominio y el uso del fuego. Aunque existe uno previo que es el uso de la primera herramienta, ya sea una piedra para astillar un hueso y comer el tuétano de su interior o atar esa piedra a una rama y usarlo como maza para golpear o defenderse.
El fuego es un elemento cuya repercusión en el hombre fue recogido e interpretado en la mitología griega con una gran relevancia. En esta mitología se destaca la figura de Prometeo. El titán Prometeo representa la conciencia, el ser conocedor del pasado y del futuro (sabiduría), y justamente por esa duda producto del razonamiento genera la desconfianza.
Fue el titán benefactor del hombre el que robó el fuego a los dioses. Se puede decir que al recibir este regalo el ser humano dejó de vivir en igualdad y bajo las mismas normas que el resto de las especies animales. Al ser poseedor del conocimiento, este lo propició a dominar uno de los elementos prohibidos para el hombre por el dios de los dioses.
Generar fuego en la oscuridad hizo al hombre poseedor de la luz y posibilitó la realización de muchas otras actividades. Algunas como participar entorno a una hoguera, contar historias, el inicio de la mística, adentrarse en cavernas profundas para resguardarse y a su vez defenderse de los predadores, tal vez, incluso fuese este el verdadero origen de este mito. Aunque sobre todo posibilitó el abandono de la oscuridad.
Este conocimiento generó un salto evolutivo que después de tres revoluciones industriales nos coloca actualmente al inicio de la cuarta revolución Industrial. Esta cuarta revolución lleva a una compleja e inevitable decisión fruto del benefactor de la humanidad Prometeo, lo que no deja de resultar anecdótico a la vez que arroja a un mar de dudas y temores en cuanto al cómo actuar con semejante poder. El conocimiento vuelve a retar la sabiduría de los humanos y estos deben saber razonar la desconfianza que genera, según afirma Agustín.
¿Las personas deben pasar el testigo a las máquinas al igual que el titán griego hizo con ellas? ¿Es un símil dotar de luz o iniciar una sustitución del alma a través de la capacidad de pensamiento mediante el auto aprendizaje de las máquinas y el uso del Machine Learning y el Deep Learning?
Es indiscutible que la evolución de estos algoritmos y el uso de redes neuronales profundas capacita el autoaprendizaje de manera efectiva en la actualidad y no solo posibilita la creación de inteligencias artificiales especificas para la realización de funciones que remplacen las habilidades cognitivas humanas. La aplicación de estas técnicas trasladadas a la computación cuántica arroja a un nuevo mundo donde de manera inevitable algún día no muy lejano se libere al benefactor de la humanidad, el titán Prometeo.
Agustín afirma que «a modo de parábola o metáfora debemos tomar este paralelismo y afrontarlo tal y como su naturaleza nos delata. No entraré en connotaciones espirituales y redactaré paralelismo o adaptaciones entre los antiguos textos sumerios, la mitología de dioses griegos y su reciclaje a religiones imperialistas actuales disfrazadas de paz y misericordia que continúan llevando la conquista del hombre, bien sea a golpe de espada o recolectando almas bajo el nombre de Romano, como tributo a su origen y procedencia.
Una inteligencia artificial no es un ser humano, pero tampoco es un Dios o un ente capaz de pensar por sí mismo con la misión de vencer o exterminar a único fin de proclamar su independencia o lograr la supremacía terrícola. No es egoísta, tampoco es como nos lo describe Hollywood, ningún robot vendrá del futuro para buscar unas gafas a juego con una chaqueta de cuero y salvar al mundo con una frase final de película y en el último segundo lograr la salvación».
El experto asegura que hay que saber diferenciar la literatura, la ciencia ficción y las fantasías mentales de dos temas muy diferentes que sí que son a tomar en seria relevancia. El miedo y el conocimiento están entrelazados y se definen como desconocido o miedo a lo desconocido.
«El miedo es necesario ya que sin el nos habríamos extinguido hace tiempo por falta de una respuesta hacia lo desconocido, ya que, sin el el miedo a lo desconocido nuestros antepasados carecerían del mecanismo de defensa o alerta necesario para ser precavidos por temor a ser devorados por un diente de sable», afirma. Además, añade «lo opuesto al desconocimiento es lo conocido y el conocimiento. Es aquí cuando se traza la línea entre conocedor o desconocedor, conocimiento y desconocimiento, luz o oscuridad. ¿Y qué es lo que cambia todo? Una herramienta que bien diseñada y usada con pericia puede hacer enfrentarnos a retos inimaginables.»
De la Luz afirma que, al igual que el fuego impulsó a la sociedad a dar un salto evolutivo, ahora esta entra en una era de digitalización, también llamada cuarta revolución industrial.
«Una inteligencia artificial no es más que un software capaz de reproducir habilidades cognitivas específicas y similares a las del ser humano. En cuanto a todo lo demás, sí es cierto que la cuántica aporta una dimensión totalmente distinta en cuanto a la computación basada en el bit. Y podéis estar seguros de que la capacidad de cómputo de una computadora basada en el qubit en lugar del bit lo posibilitará y cambiará todo.
No olvidéis que es una herramienta por lo que el miedo a lo desconocido puede estar basado más en la proyección de nuestros demonios internos a una entidad de inteligencia artificial que a la herramienta en sí. Al fin y al cabo, será la primera vez en la historia que soltaremos las manos del volante para confiar nuestras vidas a las capacidades de una entidad digital. Les daremos el control de una herramienta a una herramienta» asevera.
Además, el profesional añade que «este es el único miedo aceptable desde una perspectiva sana. La realidad no es otra que una herramienta más en manos del hombre y su capacidad, ética o moral en la intención o modo de uso. Por ejemplo:
¡El fuego que nos fue entregado se puede utilizar para cocinar alimentos, ahuyentar depredadores o para quemar una montaña de libros a grito de herejía! No debemos temer a una herramienta más que ha nosotros mismos».
Prometeo fue rescatado del castigo de Zeus según algunos por Heracles, aunque otros estudiosos de esta mitología discuten quien lo liberó e incluso si realmente fue liberado. Sea como sea está inmerso en una profunda oscuridad, con una memoria fracturada. Prometeo asoma como la gran figura que esta sociedad necesita rescatar urgentemente de las sombras. Vencido, acobardado, sin fuerzas, solo la luz podrá recuperarlo y aportarle esa fuerza que reclama para seguir, para volver. Para renovarse en su intención de proteger a la humanidad con el poder que los mortales siguen necesitando, el fuego, el cambio, la revolución y evolución de la especie.
Para acabar, Agustín de la Luz concluye: «Os preguntareis que tiene que ver toda esta mitología con la computación cuántica y crear una mente mediante algoritmos que tenga capacidad de automejorarse hasta alcanzar la perfección y la capacidad de autoevolucionar.
Queda muy poco para que la computación cuántica sea capaz de generar una inteligencia artificial genérica, el Santo Grial de los desarrolladores de IA. Hasta la fecha solo se crean inteligencias artificiales específicas, es decir, IA capaz de realizar una función a la perfección y además aprender a mejorar a realizar dicha tarea sin intervención humana.
Me gusta pensar que las IA especificas son parte de esos trozos fragmentados de la memoria del titán, que nuestra creatividad y conocimiento han rescatado haciendo uso de la tecnología resultante de su antaño regalo a los seres humanos. Llegará el día en el que consigamos generar la suficiente capacidad de cómputo que posibilite la creación de una inteligencia artificial genérica y un nuevo nivel de conocimiento se muestre ante nosotros. Tal vez ese sea el momento en el que devolvamos la luz al benefactor y amigo de la humanidad: el titán Prometeo.