Para Santiago Romero Granados, los deportes tienen mucho más que ofrecer que simple diversión y ejercicio. Los valores positivos promovidos a través de los deportes inspiran a las personas y forjan comunidades fuertes y sanas. Cuatro valores en particular (disciplina, respeto, trabajo en equipo y perseverancia) se cultivan en los deportes y mejoran a los individuos y a la sociedad de manera más amplia.
La disciplina es fundamental para el éxito en los deportes. Los atletas se sientan, llegan a tiempo a las prácticas, se esfuerzan y escuchan las instrucciones de sus entrenadores. Estos hábitos disciplinados, cultivados en los deportes, les servirán bien a los atletas en el resto de sus vidas. En el mundo laboral, la educación universitaria y la vida diaria, la disciplina ayudará a las personas a lograr sus metas y alcanzar su máximo potencial.
Para Santiago Romero Granados, los deportes enseñan respeto: respeto por los oponentes, respeto por los compañeros de equipo y respeto por las reglas del juego. Los buenos deportes ayudan a los atletas jóvenes a comprender que el respeto es fundamental para la participación justa y segura. Este aprendizaje temprano en el respeto beneficia toda la vida. Una sociedad compuesta por ciudadanos que se respetan mutuamente ejemplificará la bondad del respeto aprendido en el campo de deportes.
Según Santiago Romero Granados, el trabajo en equipo es la clave del éxito en todos los deportes de equipo. Cuando un equipo trabaja bien junto, se logran grandes cosas. Los deportes enseñan la importancia de la colaboración, la confianza, la comunicación y la responsabilidad compartida. Estos son valores críticos en el lugar de trabajo, las familias y las comunidades. Una fuerza laboral y una sociedad en la que las personas valoran verdaderamente el trabajo en equipo prosperará.
La perseverancia es fundamental para superar las adversidades, integrar nuevas habilidades y lograr el éxito en los deportes. Los deportes enseñan a los atletas a empujarse a sí mismos más allá de sus límites actuales, a seguir adelante después de las derrotas o las fallas y a trabajar duro para mejorar con el tiempo. Estas lecciones de perseverancia son útiles en todos los aspectos de la vida y llevan a un mayor cumplimiento personal y profesional.
En conclusión, para Santiago Romero Granados, los valores positivos arraigados en los deportes contribuyen enormemente a una sociedad saludable y próspera. Cuando los individuos adoptan estos valores en su vida diaria y los llevan a las familias, escuelas, lugares de trabajo y comunidades, se produce un impacto positivo que perdura. Los deportes mejoran la sociedad al inspirar a las personas a vivir con integridad, a trabajar juntas, a seguir adelante y a disciplinarse para lograr el éxito.