De acuerdo a un artículo publicado por la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, existe suficiente evidencia científica que demuestra la comunicación celular mediante radiaciones electromagnéticas, que serían la base conductora de información biológicamente importante en los seres vivos.
Por esta razón, Live Photonic ha dedicado sus esfuerzos en vender tecnología hardware de punta para solucionar problemas médicos graves en las personas a través de un sistema único en el mundo que permite la comunicación con la red de células biológicas a nivel energético sobre la base de biofotones.
El papel de las células en la autocuración
Las células emiten biofotones, emisiones ultra débiles de fotones, a ritmos constantes y específicos, que son almacenados y emitidos por el ADN del interior de la célula. De modo que, cuando el organismo está enfermo, suelen producirse cambios en la emisión de dichos biofotones.
La autocuración es una facultad siempre activa en cualquier vida biológica, incluso en la enfermedad. Esto se debe gracias a la comunicación existente de la red social celular, ya que las células son seres vivos biológicos capaces de adaptarse, aprender e interactuar con otras células, pudiendo tomar decisiones.
Así, Live Photonic es un nuevo tipo de energética humana que se basa en el hecho de que las células no son robots genéticos, sino seres vivos biológicos que forman un sistema social vivo en el cuerpo, con el objetivo de utilizar mejor el potencial de autocuración de los seres vivos y de una manera más específica, sin sustituir la medicina clásica ni hacer milagros.
¿Cómo funciona Live Photonic?
Live Photonic desarrolló un sistema único que permite una comunicación simplificada con la “red social” de células biológicas a nivel energético sobre la base de secuencias de biofotones. Estas no tienen efectos físicos directos ni transmiten instrucciones directas a las células, sino indicaciones a través de dicha red para que las mismas células sean las que desarrollen la estrategia de curación de acuerdo a sus posibilidades.
A través de una muestra de saliva, en el caso de animales y personas, o una parte de una planta, se realiza la medición y análisis de la secuencia biofotónica utilizando un kit LPA.
Posteriormente, se lleva a cabo el análisis y aplicación de la secuencia biofotónica individual a través del dispositivo Live Photonic Sequence, el cual genera el patrón de luz biofotónica único para cada ser vivo y envía repetidamente dicha secuencia de fotones a la red energética de las células del cuerpo. De esta manera, las células son las encargadas de reconocer los problemas y reestructurar o reorganizar la red a su propia discreción dentro de sus posibilidades.