Proteínas, multivitamínicos, adaptógenos… El mundo de los suplementos es enorme y, a veces, abrumador. Sin embargo, acertar no es tan complicado: con tres criterios sencillos se puede separar lo que merece la pena de lo que no.
Los complementos alimenticios se han colado en el día a día de muchas personas que buscan tener más energía, mejorar su rendimiento deportivo o simplemente cuidar su salud a largo plazo. El verdadero reto no está en encontrarlos, sino en distinguir cuáles aportan valor y cuáles no. Estas tres claves sirven de guía para elegir con criterio.
Claridad en los ingredientes
No hace falta entender cada término técnico, pero sí tener claro qué contiene el producto y por qué. La etiqueta es la mejor aliada: revisa la lista de ingredientes, las dosis y la forma en la que se presentan.
No todos los ingredientes te sonarán familiares. Sustancias como la ashwagandha, la curcumina o ciertas formas de vitamina D pueden no escucharse en una conversación diaria y aun así tener respaldo científico y utilidad. Lo que importa es la evidencia, la dosis efectiva y la claridad de la etiqueta.
Se recomienda buscar formas activas bien especificadas (por ejemplo, “vitamina D3 colecalciferol”), cantidades por toma y ausencia de rellenos que son innecesarios.
El envase también cuenta
El contenido es fundamental, pero no lo único: el envase también puede marcar la diferencia, tanto por el planeta como por la salud. En los últimos años, el debate sobre los microplásticos ha puesto en el punto de mira los envases de muchos productos, especialmente cuando numerosos estudios señalan la presencia de estas nanopartículas en la alimentación, y los suplementos no son una excepción.
Elegir alternativas libres de plástico no solo reduce riesgos, sino que también disminuye residuos. Es importante fijarse además en el formato: los envases grandes permiten espaciar las compras y con ello reducir envíos y emisiones. Un error común es centrarse solo en el interior del producto, cuando el envase también habla de la calidad del y del compromiso de la marca.
Elegir lo que encaje con cada perfil
Lo que le funciona a una persona puede no ser lo más adecuado para otra. La alimentación, el nivel de actividad, el descanso o incluso el nivel de estrés determinan lo que realmente se necesita.
La clave está en buscar opciones que se adapten al estilo de vida, no en seguir modas ni recomendaciones genéricas. Dedicar unos minutos a identificar objetivos concretos (tener más energía, dormir mejor, reforzar defensas…) puede ayudar a evitar compras impulsivas y a dar con el suplemento adecuado.
Una elección con criterio
Algunas marcas ya aplican estos criterios. Es el caso de Aldous Bio, la marca de complementos alimenticios más vendida de Internet, que fabrica en España, utiliza envases metálicos libres de plástico y formatos grandes para reducir tanto la frecuencia de compra como las emisiones de CO2. Además, en su web (aldousbio.com) se puede encontrar un test con el que, respondiendo unas preguntas rápidas sobre estilo de vida, se obtiene un plan de suplementos hecho a medida.
Los complementos alimenticios no sustituyen una buena alimentación ni un estilo de vida saludable, pero sí pueden ser un gran apoyo si se eligen bien. Revisar los ingredientes, fijarse en el envase y buscar lo que realmente encaje contigo son tres pasos sencillos que pueden marcar la diferencia. No se trata de acumular botes en la despensa, sino en elegir lo que de verdad aporta. La salud no necesita complicaciones, solo criterio.