Con el descubrimiento del proyecto genoma humano, desde el año 2000, la nutrigenética abarca cada día más y más espacio, tanto en el diagnóstico, como en la terapéutica personalizada de distintas patologías o trastornos.
Según la Clínica UMEBIR y el Dr. Fernando Ruger Viarengo, director de este centro sanitario y Presidente de la Sociedad Española de Medicina Funcional y Nutrición de Precisión SEMEFNUP, refiere que si a eso se le suma el alcance de los buenos exámenes de microbiota y los exámenes de vanguardia que hablan de la salud, no solo del tracto gastrointestinal, sino de todo el sistema digestivo y su repercusión sistémica, existen ventajas considerables respecto a las de hace unos pocos años atrás para poder realizar un diagnóstico personalizado y un tratamiento individualizado y de precisión.
La importancia del intestino
No se debe de olvidar que el intestino al final es la frontera entre el mundo interior y el exterior y es el órgano que permite nutrirse e hidratarse. Dos sustancias, los nutrientes y el agua, que permiten mantenerse con vida, pero también que si por esa frontera pasa o se permite que pasen nutrientes o bebidas inadecuadas, ya sea por un daño de esa barrera o por propia elección de nutrientes o bebidas inadecuadas de forma sistemática, es la vía de inicio, no solo de patologías o trastornos intestinales, sino del organismo como un todo.
El origen de múltiples trastornos
Entendiendo este enfoque, es fácil de comprender que un diagnóstico adecuado, con las pruebas adecuadas por parte de un profesional formado adecuadamente y que invierta el tiempo necesario para el paciente, puede solucionar el problema o trastorno intestinal de los emergentes y cada vez más frecuentes por los que consultan los pacientes. Estos pueden ser el sibo, candidiasis, intolerancias, disconfort gastrointestinal, diarreas crónicas, estreñimiento crónico, evacuaciones mixtas, dolor inespecífico abdominal, reflujo o los llamados colon u intestino irritable. También, dada su vinculación como frontera con el medio interno, se pueden diagnosticar los orígenes y corregir muchas otras enfermedades o trastornos como son la diabetes, obesidad, diabesidad, resistencia a la insulina, síndrome metabólico, hipertensión, problemas con el colesterol, problemas de autoinmunidad, problemas metabólicos, hormonales, tiroideos e incluso síndromes ansiosos depresivos o de fatiga crónica, entre muchos otros que hasta ahora solo tenían una solución farmacológica y sin muy buenos resultados.