La validación de este nuevo test centrado en las funciones ejecutivas permitirá una evaluación más precisa y ser la puerta de acceso a entrenamientos cognitivos personalizados en una población para la que resulta de gran importancia desarrollar herramientas que ayuden a valorar y mitigar el impacto cognitivo de la enfermedad.
El desarrollo del test forma parte de un ambicioso proyecto denominado EPICOG para dotar de nuevas herramientas de evaluación y entrenamiento cognitivo a los afectados de epilepsia.
El test desarrollado por la empresa Impulso Cognitivo ha sido ya validado en población adulta con epilepsia y cuenta en esta extensión al mundo de los menores con la colaboración de médicos, neurocientíficos, psicólogos y los propios afectados.
El Dr. Antonio Gil-Nagel Rein, director de la unidad de epilepsia Hospital Ruber Infantil, cree que «determinar fortalezas y debilidades en las habilidades cognitivas de menores con epilepsia permitirá monitorizar la evolución de la enfermedad y la respuesta al tratamiento».
El proyecto cuenta con el asesoramiento científico del Centro de Investigación Nebrija en Cognición. Su director, el Prof. Jon Andoni Duñabeitia, catedrático de la Universidad Nebrija, considera que “la apuesta por la transferencia del conocimiento científico es fundamental para el avance social”, y valora este proyecto como “un ejemplo claro de cómo una visión científica multidisciplinar puede ayudar a las personas con enfermedades que impliquen una disfunción cognitiva”.
El estudio científico cuenta con la colaboración económica de Jazz Pharmaceuticals desarrollándose de forma independiente. El Dr. Aras Portilla, director científico de la Federación Europea de Síndrome de Dravet y director de ApoyoDravet, coordina este programa multidisciplinar en el que participa la empresa social Impulso Cognitivo situada en Ermua, orientada al desarrollo de nuevas herramientas cognitivas en población con y sin patologías.