Una gran parte de la ciudadanía que vive en el ejercicio pleno de sus derechos cree que la esclavitud es cosa del pasado, no conciben que haya gente trabajando en condiciones infrahumanas sin opciones de mejora. Pero NO. Hoy, más de 40 millones de personas son víctimas de la “esclavitud moderna” según datos del Global Slavery Index, un estudio global publicado por la iniciativa Walk Free de la Fundación Minderoo. La esclavitud moderna implica seguir padeciendo condiciones injustas, crueles, soportando una vulneración constante de los Derechos Humanos. Una explotación que va ligada a la pobreza y que es especialmente preocupante en la infancia.
En España, según los datos aportados por este informe, más de 100.000 personas sufren este problema. Principalmente en el terreno de la explotación sexual “una lacra —señala Marina Fuentes, CEO de United Way España— que lejos de erradicarse perdura y que combatimos con diferentes programas como los de educación en colegios, THINK EQUAL, entre otros. Estamos muy expectantes por este tema tras desencadenarse la invasión de Ucrania. Millones de personas refugiadas se han visto obligadas a salir de su país y no está muy claro cómo podrán restablecer su vida en otros lugares. Aunque en este foro también queremos llamar la atención sobre realidades sorprendentemente mucho más cercanas como el problema de precariedad habitacional y exclusión social que existe en los campos de cultivo de fresa de Lepe (Huelva), donde cientos de personas —en su mayoría migrantes — viven en condiciones infrahumanas que United Way España está tratando de mejorar a través del proyecto Habitando Cosechas”.
Para combatir la esclavitud moderna, United Way y la Fundación Española por los Derechos Humanos han decidido sacar a la luz realidad que afecta a muchas personas que se ven sometidas a este problema. Junto a ellas coordinan el esfuerzo de representantes de la sociedad civil, empresas y voces expertas en la definición y desarrollo de estrategias que ayuden a prevenir y evitar la esclavitud moderna.
En el marco de este trabajo y, gracias al patrocinio del Centro de Lucha contra el Tráfico Humano de United Way Worldwide, organizó un Foro de Liderazgo el día 5 de abril, que contó con la presencia de Nasreen Sheikh como invitada inspiracional. Nasreen, una mujer nacida en un pueblo de la frontera entre India y Nepal, con pocos años trabajaba 15 horas al día por unos 5 dólares diarios en el sector textil. Ahora, y tras superar esto, ofrece a todo el mundo una visión precisa de este grave problema junto a FAROL Startup Accelerator to Fight Modern Slavery, una aceleradora creada para unir y apoyar proyectos para combatir este problema a través de la innovación colaborativa y junto a United Way España y el Centro Mundial de Lucha contra el Tráfico Humano de United Way.
Tipos de esclavitud moderna en el siglo XXISegún datos aportados por la ONG Ayuda en Acción existen diferentes tipos de esclavitud. El trabajo en servidumbre, que se refiere a las personas que tras contraer un préstamo tienen que cargar con la deuda y deben trabajar muchas horas por un salario mínimo. El trabajo forzoso en campos de concentración, explotaciones agrícolas, fábricas, barcos pesqueros. La explotación sexual de mujeres, hombres (en menor medida), niños y niñas, considerada la más frecuente de todas (hay casos en todos los países del mundo, sin excepción) y también las más lucrativa. La trata de personas, algo muy preocupante ante la actual ola de población ucraniana desplazada en Europa que los gobiernos están intentando proteger de las redes de captación de tráfico humano. El trabajo infantil que, según la ONG, sufren 168 millones de niños y niñas en el mundo para poder sobrevivir. Y el matrimonio infantil forzado, donde se ven sometidos a matrimonios por intereses económicos.