Cada vez más empresas de diversos sectores están implementando prácticas de eficiencia energética. Esto se debe tanto a la reducción de costes como al deseo de alinearse con valores de sostenibilidad.
Con respecto al sector hotelero, turístico y terciario, que incluye a albergues tanto para estudiantes como para ancianos, el especialista Xavier Palacios indica que es necesario llevar a cabo procesos personalizados. De esta manera, es posible considerar los objetivos y capacidades de cada organización.
Estrategias para mejorar la eficiencia energética en empresas hoteleras y residenciales
Auditoría Energética
Según indica Xavier Palacios, profesional del área de ingeniería y energía, las organizaciones de estos sectores pueden aplicar distintas medidas de gestión. En primer lugar, es recomendable realizar una auditoría energética para comprender cuáles son los niveles de consumo y encontrar oportunidades de reducirlos.
A partir de esta iniciativa, es posible implementar un plan de gestión con acciones concretas. Cabe destacar que es fundamental incorporar a los empleados para garantizar el uso responsable de la energía.
Implementación de Tecnología
Otro aspecto importante es el uso de tecnologías inteligentes. A propósito de esto, los hoteles pueden incorporar sistemas BMS (Building Management Systems) y dispositivos como sensores para controlar las instalciones iluminación, climatización, ventilación, calefacción, etc., para optimizar el consumo de energía.
Además, otra acción recomendable es la creación de incentivos y programas para fomentar el ahorro. Este tipo de iniciativas, junto con actividades de formación y sensibilización, suelen conseguir buenos resultados.
Gestión y Mantenimiento de Equipos
Un aspecto crucial para mantener la eficiencia energética es la gestión y el mantenimiento adecuado de los equipos. El mantenimiento regular asegura que los equipos funcionen de manera óptima, previniendo fallos y mejorando su vida útil. Prácticas como la limpieza regular de filtros de aire, la revisión periódica de sistemas eléctricos, generación de frío y calor para climatización, son esenciales. Además, el uso de herramientas de gestión energética, como sistemas de monitoreo en tiempo real, permite a las empresas identificar y corregir ineficiencias rápidamente.
Optimización del Uso de Recursos
La optimización del uso de recursos no se limita a la energía eléctrica, sino que incluye también el agua y otros recursos esenciales. Estrategias como la instalación de dispositivos de ahorro de agua en sanitarios y el uso de sistemas de riego eficientes pueden reducir significativamente el consumo de agua. En cuanto a la electricidad y gas (u otros combustibles), el ahorro de agua también provoca un ahorro energético, por la reducción de consumo de ACS (Agua Caliente Sanitaria). Empresas como Hoteles Catalonia, Sercotel, ABBA u otras que pertenecen a QuantumCCS (central de compras hoteleras) han implementado estas estrategias con ENGIPRO ENERGY, empresa de ingeniería energética en la que Xavier Palacios ejerce como Business Development Manager, obteniendo resultados sobresalientes.
Energías Renovables
La integración de energías renovables, pese a no ser una forma de eficiencia energética, por lo menos puertas adentro del consumidor, sí es una de las formas más efectivas de la mejora en sostenibilidad y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Las energías solares y eólicas, por ejemplo, no solo son sostenibles, sino que también pueden reducir considerablemente los costos energéticos a largo plazo. La instalación de paneles solares en techos de edificios comerciales o el uso de pequeños aerogeneradores son soluciones cada vez más comunes y que deben ampliarse y promocionarse. «Primero eficiencia energética, pero acto seguido, producción renovable«, apunta Xavier Palacios como mantra energético.
Concienciación y Formación del Personal
La tecnología y las estrategias de gestión son fundamentales, pero la concienciación y formación del personal son igualmente importantes. Un equipo bien informado y comprometido puede marcar la diferencia en la eficiencia energética de una empresa. Programas de formación continua y campañas de sensibilización sobre el uso responsable de la energía son prácticas recomendables. Empresas que han implementado estas iniciativas reportan no solo ahorros energéticos, sino también un aumento en la moral y productividad de los empleados.
Valoración de los Costes y Retornos de las Inversiones
Implementar medidas de eficiencia energética en ocasiones, requiere una inversión inicial, que puede variar dependiendo de la tecnología y las estrategias adoptadas. Es fundamental realizar una valoración exhaustiva de los costes y los posibles retornos de estas inversiones.
Costes Iniciales: Incluyen el costo de auditorías energéticas, la compra e instalación de equipos eficientes, y la implementación de sistemas de gestión energética.
Retornos de Inversión (ROI): Se pueden medir en términos de reducción de costes operativos, disminución en el consumo de energía y beneficios fiscales o subsidios disponibles para proyectos de eficiencia energética.
El ROI de las inversiones en eficiencia energética suele ser positivo a corto, medio y largo plazo. Por ejemplo, la instalación de iluminación LED puede tener un retorno en menos de dos años, la monitorización energética, ligada a un sistema de gestión energética, se amortiza entre 6-12 meses, y los sistemas de control (BMS) entre 2-3 años. Los sistemas de gestión energética pueden ofrecer ahorros continuos al optimizar el uso de la energía, lo que mejora la rentabilidad de la inversión, y son la herramienta de mejora continua que, sin duda, aporta gran valor y permite la reducción de consumos, emisiones, costes y un retorno de la inversión mucho más reducido. Las empresas que disponen y mantienen un SGE (Sistema de Gestión Energética), consiguen mayores ahorros, acortando, sustancialmente, el ROI de las Medidas de Ahorro Energético (MAE).
Conclusión
En conclusión, mejorar la eficiencia energética en el sector terciario es un objetivo alcanzable y beneficioso desde múltiples perspectivas. Las auditorías energéticas, en primera instancia, la implementación de tecnologías eficientes, la implantación de sistemas BMS y de monitorización energética, el mantenimiento adecuado de equipos, la optimización del uso de recursos, la adopción de energías renovables, la concienciación del personal y la evaluación de costes y retornos son estrategias clave que pueden llevar a una reducción significativa del consumo energético. Es hora de que más empresas del sector terciario tomen medidas concretas hacia un futuro más sostenible y eficiente